Luego de ser nombrado nuevo Papa de la Iglesia, el hasta
entonces cardenal Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires, se asomaba al
balcón de la Plaza San Pedro del Vaticano ante una expectativa mundial como
sucesor del Apóstol Pedro y representante como hombre del fundador de esta
religión el Señor Jesucristo.
Al observar algunos planos algo más cercanos de aquellas
primeras imágenes del 13 de Marzo de 2013, nos surgió la inquietud sobre el
tipo de Cruz o crucifijo que llevaba puesto, sobre todo en relación a su
vestimenta completamente blanca, renunciando a objetos rojos como los zapatos o
la muceta sobre sus hombros, símbolos estos más cercanos a un rey o emperador,
el rojo como color de poder o la sangre en la iglesia con el aspecto del
sacrificio primitivo. También se comentaba de su reticencia al anillo de oro,
otro distintivo de riqueza material. Y su cruz de siempre fue parte de sus
símbolos no cambiados por el hecho de ser nuevo pontífice, se quedó con él.
Las primeras imágenes fueron las del Papa Francisco recién
nombrado, saludando desde el balcón.
Y la intriga fue que no se veía un Cristo crucificado.
Viendo otras fotos de días posteriores tampoco llegaba a distinguirse un
relieve definido pero se acentuaba la ausencia de hombre clavado en la cruz.
Hasta que empezó a aparecer otra, tomada por el fotógrafo presidencial en su
primer encuentro como Papa electo y la presidenta argentina, cuando sostiene el
mate que le regaló la presidenta. Y se puede apreciar la cruz desde un plano
más cercano.
Entonces empezó a confirmarse esta aura diferente que
transmitía aquel símbolo: un Cristo con sus brazos cruzados sobre el pecho, con
una paloma, reflejo del Espíritu Santo sobre su cúspide. Al buscar más imágenes
apareció lo que necesitaba observar en detalle.
En el eje horizontal: se trata de ovejas que son el rebaño
de Cristo, Él redentor carga una de ellas con sus brazos cruzados y en ésta
oveja se funde el resto de ellas en perspectiva triangular o de montaña hacia
la visión superior del Ave del Espíritu Santo con irradiaciones Dévicas entre
el rebaño y la Paloma simbólica.
El Símbolo del Cristo cargando con la Humanidad, haciéndose
cargo: “hasta que el último peregrino haya regresado al Hogar del Padre” que es
la tarea del Instructor del Mundo, de los Avatares. Este símbolo está en el
trabajo de Géminis, en los trabajos de Hércules el mito refiere a Atlas
cargando con el peso del mundo sobre sus
espaldas y Hércules decidiendo ayudar a sostener esa pesada carga, renunciando
y olvidando su recompensa de las manzanas de las Espérides por el trabajo
realizado, yendo en ayuda de Atlas. Que es la tarea de los discípulos e
iniciados: ayudar al trabajo de la Jerarquía, del Cristo, de Buda, del Señor
del Mundo.
En el eje vertical de la cruz están las energías Divinas:
La Paloma o Espíritu Santo, la corriente de Energía Dévica, los Ángeles
constructores y el Cristo, el Hijo de Dios. En el eje horizontal se encuentra
la Humanidad, el rebaño, la energía humana o 4° reino.
En el Centro de la Cruz está la Cabeza de Cristo, simboliza
la Mente de Dios y también sus manos juntas, trabajando junto a su Corazón, el
corazón de Dios, tomando en sus manos a la Humanidad, el Rebaño del Pastor, los
hijos de los hombres que son los Hijos de Dios.
A diferencia de un Cristo crucificado, con sus manos
paralizadas y clavadas, a esta Cruz habría que quitarle el mote de “crucifijo”
como elemento de tortura que sí se aplica al primer caso mencionado, más esta
habla de un Cristo Vivo y Resucitado, trabajando y Sirviendo, Amando y
Redimiendo.
La Paloma parecería, a nuestro modo de ver, una forma de cáliz,
con su copa en las plumas superiores de su cola, ya que esta está cabeza abajo
aparentemente con forma animal. Superpuesto sobre un cuarto de luna que son las
alas con sus puntas hacia arriba a cada lado, lo cual simbolizaría la redención
sobre la materia, dejarla inmaculada.
Algunos atribuyen a los brazos cruzados el antecedente
egipcio. Osiris su nombre egipcio es Asir (se parece a Asís) es un Dios
“resucitado” que juzga a los vivos y a los muertos como reza el credo en la
iglesia con respecto a Jesús. Se le llama Ounennéfer quiere decir “el ser
permanentemente bueno”, como hace referencia Bergoglio a la divinidad “Dios es
Bueno”.
Atribuible a la masonería en el compás cruzado con la
escuadra, estos en 90° semejan dos brazos con sus codos en ángulo.
Relacionable a un escudo de la orden de Frailes Menores
Capuchinos fundada por San Francisco de Asís en la Reforma Capuchina donde un brazo de Cristo se cruza con un brazo
humano. Esta orden del SXVI, en Italia,
se orientó hacia la pobreza, la humildad y la práctica del amor y el cuidado de
todas las criaturas; escudo de azur con una nube sostenida de un círculo de oro
cargado con una cruz latina y al pie dos brazos con las llagas de Cristo en las
palmas de las manos. Tampoco tiene al Cristo crucificado.
En la Homilía de Jueves Santo 28-03-2013 en la Misa Crismal
para 1.600 religiosos Obispos y Sacerdotes, celebración en la que los
religiosos van a renovar las promesas que hicieron en el momento de su
ordenación en San Pedro, el Papa Francisco tuvo las siguientes expresiones:
* Cuestionó, genéricamente, a los sacerdotes que son
pastores pero que no “tienen olor a oveja” o que no “están en medio de su
rebaño”.
* Invitó a cardenales, obispos y sacerdotes a “Salir a las
periferias” y dejar de ser “gestores pagos”.
* “Ese que no sale de sí y que en vez de mediador se va
convirtiendo poco a poco en intermediario, en un gestor, que ya tiene su paga;
en una especie de coleccionista de antigüedades o bien de novedades“.
También expresó en el ritual del “Lavado de pies” en una
prisión, que resultó inédito para la Santa Sede:
* “Debemos ayudarnos unos con otros. Esto es lo que Jesús
nos enseña y esto es lo que yo hago. Es mi deber, me sale del corazón y amo
hacerlo“
* “Quien está en lo
más alto debe servir a los otros”
* “Esto es un símbolo y un gesto: lavar los pies quiere
decir que estoy a tu servicio”
* “Piensen que con esta ceremonia de lavarse los pies se
demuestra que se está dispuesto a ayudar a los demás. Piensen que es como una
caricia de Jesús, porque vino para eso, para ayudarnos”
Este gesto de servicio propio de la Era de Acuario puede
ser algo externo o bien, dentro de este contexto, contemplarlo con un
compromiso sinceramente interno que le da valor al hecho externo.
Al relacionar esta cruz con el símbolo de La Nueva Era,
vemos que en la primera están en equilibrio el eje vertical y horizontal. En la
segunda el eje vertical es mayor lo cual tiene varias significaciones, continuando
con el formato de cruz pisciano pero encontrándose con los valores acuarianos
del servicio. Como comenta Vicente Beltrán Anglada en sus conferencias con
respecto al cambio de eras “con lo mejor de Piscis se forman las columnas que
construirán Acuario”.
En Síntesis: hemos leído y escuchado a Vicente Beltrán
Anglada explicar mucho la importancia del Cristo viviente, al cual conoció en
varias ocasiones en el Ashram de su Maestro, presente y atento al trabajo de
los Ashram. Un Cristo que en su humildad y ante la necesidad de conocer datos
específicos para el Trabajo Jerárquico no duda en consultar al Maestro
Tibetano sobre Astrología Cósmica por
ser el Maestro DK quien más sabe sobre
esa materia ya que dedicó muchas vidas a su estudio. A diferencia de aquel Cristo
crucificado y estático que podemos dejarlo atrás con la era de Piscis que se
va. Esta nueva cruz que el Papa actual decide llevar, como siempre lo hizo,
parece anunciar la transición del cambio de eras y nos muestra a un Cristo en
un horizonte Acuariano.