En primer
lugar quiero aclarar que hay cristales que no necesitan limpiarse, ya sea por
su clase o por su forma. Por ejemplo las geodas NUNCA se descargan y los
citrinos y cornalinas tampoco, sean de la forma y tamaño que sean. Además nos
sirven en los 3 casos para cargar o mantener cargados a otros cristales. Las
drusas de amatista especialmente también carga la piedra que dejamos arriba.
Tener en cuenta que con una geoda nos ahorramos dos pasos ya que limpia y carga
al mismo tiempo.
Cuando
desarrollemos nuestra intuición nos vamos a dar cuenta cuando el cristal
necesita limpieza.
Debemos
distinguir entre limpieza, carga y activación. Son los 3 pasos necesarios
apenas compramos o nos llegan a nosotros nuevos cristales.
LIMPIEZA:
Hay muchas
formas de limpiarlos pero en general habría que utilizar una de cada elemento.
Elemento
Tierra: (un día)
Enterrándolos
en tierra y también en macetas con plantas.
Cubriéndolos
con sal (solo los que se pueden) (ver listado abajo) en un recipiente de barro,
cerámica, vidrio, cristal o porcelana. Si es sal marina mejor.
Cubriéndolos
en cualquier sustancia natural como por ejemplo granos de arroz integral,
semillas etc.
Elemento
Agua: (solo las que pueden ser mojadas)
Colocar en
agua de lluvia en forma directa o que tengamos guardada en recipientes de
vidrio, cristal, porcelana o cerámica (unas horas)
Llevar a un
río, manantial, mar o corriente de agua natural y sumergirla con una bolsa de
red durante unos minutos, lo que más puedas.
Dejar debajo
de una canilla durante un minuto por lo menos, sosteniéndola con la mano y
visualizando que el agua arrastra todas las impurezas.
Elemento
Aire:
Dejarlas
afuera sobre los recipientes ya enunciados cualquier día pero especialmente
cuando hay viento.
Soplar sobre
ella visualizando que con nuestro aliento se limpia.
Elemento
Fuego:
Sahumar con
inciensos en cono o en polvo que genere bastante humo. Pasarla con nuestras
manos por arriba del humo durante unos minutos.
Colocar
cerca un hornillo con esencias (limón, incienso o sándalo)
Pasarlos por
la luz de una vela.
En estos
casos visualizarlos rodeados de luz que los purifica y energiza.
CARGA:
Deja durante
24 hs, al sol y/o la luna según cuál sea la piedra
Rocía con
algún aromatizador de ambientes natural que más te guste
Prende
velas, sahumerios y hornillos.
Pasa una
pluma sobre el cristal lentamente.
Toca algún
instrumento musical, cuencos o campanas durante un minuto.
Crea un
ambiente acogedor y tranquilo. Listo para la activación.
ACTIVACIÓN:
Toma en tu
mano derecha el cristal, apriétalo durante unos minutos hasta que sientas los
latidos de energía.
Pídele el
deseo que quieras o lo que quieres que te cumpla con todos los detalles.
Visualízalo.
También
puedes pedirle que se transformen en cristales curadores o guías tuyos para los
tratamientos.
También
puedes elegir pedirle que sea tu protector, ayudante en meditaciones, guía
espiritual, pedir el amor en todos los órdenes, pedirle salud, prosperidad etc.
No importa que cristal sea. Cualquiera puede cumplirte el deseo sin importar
las propiedades que vas a aprender o que dicen por allí. Lo importante es que
él te va a ayudar con tu pedido sea cual fuere. Tómate unos minutos
visualizando que ya obtuviste lo que deseabas.
Cuando
colocas un cristal en una tormenta en forma directa no debes hacer ningún paso
más de limpieza ni carga. Solo actívalo y realiza tu pedido.
Confía en tu
intuición cuando el cristal debe ser limpiado otra vez. En general muchos
recomiendan limpiar luego que entró en contacto con una persona o se utilizó en
una sesión. Yo sigo mi criterio personal y considero que solo los dejo debajo
de la canilla un minuto y luego recargo y activo. No sigo todos los pasos de
los cuatro elementos de la limpieza. Esto lo hago según la cantidad de veces
que utilice en terapias o si están a la vista en casa, según las
características y cantidad de los “visitantes”. No así con mi cristal personal
o con los que tengo en mi dormitorio, que nadie ve prácticamente.
Cada persona
que toca tus cristales deja impregnada su energía, sea buena o mala. Por eso
trata que tu cristal personal o los que lleves en dijes, pulseras, collares,
etc., no los toque nadie. No ocurre esto con drusas grandes o geodas que se
pueden tocar ya que no se descargan NUNCA.
Llega un momento
en que la piedra no puede ayudarte más. Pero no te preocupes, sólo te darás
cuenta cuando esto ocurra, ya sea porque se rompe o porque pierde el color, se
quiebra o tiene fisuras. Ese es el momento de dejarla volver a la naturaleza,
enterrándola o arrojándola al río o mar pero siempre dándole las gracias.
Piedras que
no se pueden colocar en agua ni en la sal: ámbar, esmeraldas, lapislázuli,
ópalo, malaquita, rodocrosita, ónix y turquesas. En general hay que tener
cuidado con las piedras cuyos nombres terminan en “ita”. Mucho cuidado con la
selenita y el agua ya que al tratarse de una sal se disuelve al igual que la
rosa del desierto. Conviene colocarlas con otros cristales o sahumarlas.
Otras
recomendaciones: La piedra de la luna se carga únicamente a la luz de la luna y
NO en el sol. Por el contrario la piedra del sol se carga en el mismo y NO de
noche. Las piedras más oscuras como la amatista por ejemplo es mejor que no
estén mucho tiempo al sol porque pierden el color.
Cecilia
Imbastari – Gemoterapia