EL PRIMER PASO

Te doy la bienvenida al espacio de EL PRIMER PASO en la web. Mi programa radial enfocado a la difusión del conocimiento espiritual desde distintos puntos de vista. Tocando temas que inviten al autoconocimiento y la transformación personal. Invitándote a tomar contacto con disciplinas alternativas y terapias complementarias, exponiendo material específico y diálogos en vivo con especialistas.

Premio Nacional Cuna de la Bandera 2012, rubro Terapias Alternativas.

Se emite todos los jueves a las 10 hs por FM AZ 92.7 Mhz. Esta emisora, comprometida con la difusión de programas que ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, tiene un área de cobertura de 80 km, transmitiendo también en vivo por Internet, nos escuchan desde cualquier punto del país y el exterior a través de www.fmaz.com.ar

Y ahora también, todos los programas en este blog, para que los puedas volver a escuchar cuando quieras.

jueves, 17 de noviembre de 2011

LOLA MORA: Artista genial


Dolores Mora Vega nació en la provincia de Salta en 1867, escultora y pintora argentina. Estudió dibujo y pintura en la escuela de Bellas Artes de Tucumán y más tarde, por medio de una beca, en Buenos Aires.
En 1897 viajó a Europa y se introdujo en los círculos de los mejores maestros y escultores, perfeccionando sus técnicas. En Roma abrió su propio atelier donde se reunían artistas e intelectuales de Italia, Francia y Alemania; su nombre empezó a ser reconocido y adquirió fama de gran artista: ganó un concurso para hacer el monumento a la Reina Victoria de Inglaterra, para la ciudad de Melbourne; otro, para el monumento al zar Alejandro I, para San Petersburgo, pero ninguno de los dos pudo realizar, ya que debía adoptar la ciudadanía de esos países (australiana y rusa), condición con la que no estuvo de acuerdo.
Cinceló bustos, modeló bajorrelieves, trabajó febrilmente: su nombre se impuso en Europa, pero Lola deseaba que su obra fuera conocida también en su país. Ofreció la Fuente de las Nereidas - que representa el nacimiento de Venus - inspirada en la mitología griega, lo que le generó el primer escándalo como escultora. Buenos Aires la condenó, la agredió, sufrió oposición, críticas y rechazo. Los sectores conservadores consideraron a la obra inmoral, por la desnudez de las figuras.
En todas sus obras la artista manifestó una fuerza creadora, ardiente, transgresora, que escandalizó a una sociedad prejuiciosa, que no supo ver la calidad y la sensibilidad que en ellas expresaba. Muchas de sus obras fueron destrozadas antes de ser inauguradas y otras terminaron en un depósito municipal.
Paisajes, retratos, esculturas, todas obras de singular belleza: su talento y su infatigable inspiración han hecho de Lola Mora la primera mujer escultora del Rio de la Plata. El dolor y el ostracismo porteño no la amilanaron, siguió con entereza y pasión volcándose en su obra.
Cuando dejaba de lado la escultura, incurría en otros campos. Fue inventora y urbanista: en Roma, proyectó la construcción de su casa; en Buenos Aires, diseñó planos para hacer el Primer Proyecto de Subterráneo y un túnel subfluvial, otro para el tránsito de tranvías y peatones; participó como contratista en el tendido de rieles del Ferrocarril Transandino del Norte, en Salta. Fue pionera de la Minería Nacional, a los 60 años, viviendo en Salta, se dedicó a extraer aceites lubricantes de las montañas, para usarlo como combustible.
Lola Mora murió en 1936, extremadamente pobre, a los 69 años.
Después de muchos años - su obra marginada y ella olvidada - son pocas las obras expuestas de Lola Mora que quedan. Se encuentra alguna escultura en Salta, Tucumán, Jujuy, Mendoza, algunos grupos funerarios en el cementerio de la Recoleta y el busto de Sáenz Peña en la Casa de Gobierno. En la ciudad de Rosario, actualmente se exponen en el Monumento Nacional a la Bandera (ver foto).
El Congreso de la Nación dispuso en 1998, el día de su natalicio como "Día Nacional del Escultor y las Artes Plásticas", reconociéndole que fue una genial escultora.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Marie Curie: homenaje a una pionera.


Polaca de nacimiento, nacida en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, Marie Sklodowska, se formó en su país natal y en 1891 marchó a París para ampliar estudios en La Sorbona. Se licenció por dicha universidad en el año 1893, y se doctoró diez años más tarde. Poco después de su llegada a Francia conoció al físico francés Pierre Curie, con quien se casó en 1895. Fruto de esta unión serían sus dos hijas, Ève e Irène.
Marie fue inicialmente profesora de la Escuela Normal Femenina de Sèvres (1900), y luego ayudante de Pierre Curie en su laboratorio a partir de 1904.
Juntos iniciaron el estudio de la radiactividad, descubierta por el físico francés Henri Becquerel, trabajos que darían como principal fruto el descubrimiento de la existencia de dos nuevos elementos en 1898: el polonio, nombre que se le dio en recuerdo de la patria de Marie, y el radio.
Tras el fallecimiento de Pierre, Marie continuó los trabajos y fundó el Instituto del Radio (1914), en el que llevó a cabo un profundo estudio de las aplicaciones de los rayos X y de la radiactividad en campos como el de la medicina, y consiguió la obtención numerosas sustancias radioactivas con diversas aplicaciones.
Los esposos Curie fueron galardonados en 1903, junto a H. Becquerel, con el Premio Nobel de Física por el descubrimiento de la radiactividad. Ocho años más tarde, Marie recibió el Premio Nobel de Química en reconocimiento por los trabajos que le permitieron aislar el radio metálico, con lo cual se convirtió en la primera persona en la historia merecedora en dos ocasiones de dicho galardón.
Cuando Curie descubrió el principio de la radiactividad, vio con angustia cómo su descubrimiento iba a quedar limitado al carecer de la cantidad necesaria de radio para experimentar; a principios de siglo un gramo de radio valía 100.000 dólares. Gracias a su amistad con un periodista norteamericano y a algunas mujeres entregadas a la causa feminista en EEUU, se reunieron los fondos para que el trabajo de la joven prodigio no se quedara en el simple hallazgo.
Años después, en mayo de 1921, Marie Curie acudía a la Casa Blanca para recibir de manos del presidente Harding un pequeño cofre con un gramo de radio, extraído de la fábrica de Pittsburgh. Viajó varias semanas en barco con este cofre, poco protegida ante sus radiaciones, a pesar de que era de plomo. Sus descubrimientos permitieron importantes aplicaciones médicas en la curación del cáncer o en las investigaciones sobre la energía nuclear. Su organismo, carcomido por las radiaciones, se apagó, sacrificado en el ara de la ciencia, mientras el gramo de radio aún hoy sigue emitiendo radiaciones. Habrá que esperar 20.000 años para que se apague.