EL PRIMER PASO

Te doy la bienvenida al espacio de EL PRIMER PASO en la web. Mi programa radial enfocado a la difusión del conocimiento espiritual desde distintos puntos de vista. Tocando temas que inviten al autoconocimiento y la transformación personal. Invitándote a tomar contacto con disciplinas alternativas y terapias complementarias, exponiendo material específico y diálogos en vivo con especialistas.

Premio Nacional Cuna de la Bandera 2012, rubro Terapias Alternativas.

Se emite todos los jueves a las 10 hs por FM AZ 92.7 Mhz. Esta emisora, comprometida con la difusión de programas que ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, tiene un área de cobertura de 80 km, transmitiendo también en vivo por Internet, nos escuchan desde cualquier punto del país y el exterior a través de www.fmaz.com.ar

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jueves, 14 de junio de 2012

Ronroterapia



Amantes de los gatos y la ciencia han develado por qué el ronroneo tiene poderes terapéuticos. Aunque ya desde el antiguo Egipto se consideraba bueno para la salud el tener cerca a estos felinos, fue en la última década que se demostró la forma en que su sonido actúa en el organismo. El ronroneo de los gatos no sólo tranquiliza y ahuyenta los pensamientos depresivos, sino que también cura trastornos de sueño y regulariza la actividad metabólica.
El veterinario francés Jean-Yves Gauchet, es quien ha explorado las bondades de la ronroterapia. En abril de 2002 se encontró con un estudio publicado por Animal Voice, una asociación que investiga la comunicación animal. Las estadísticas del artículo llamaron su atención: después de una lesión o una fractura, los gatos tienen cinco veces menos secuelas que los perros y se recuperan tres veces más rápido. La hipótesis planteada por los especialistas es que el ronroneo tiene cualidades reparadoras; los gatos no sólo "vibran" de gozo o para arrullarse, también lo hacen para aliviar situaciones de estrés intenso.
Gauchet decidió probar la hipótesis en seres humanos. Preparó un CD de 30 minutos de ronroneos y pidió a 250 voluntarios que lo escucharan. Los reportes fueron positivos en todos los casos: bienestar, serenidad, facilidad para conciliar el sueño. La explicación está en que el ronroneo del gato es una vibración sonora de baja frecuencia (25 a 50 hertz), la misma que usan kinesólogos, ortopedistas y médicos del deporte para reparar fisuras de los huesos, aliviar lesiones musculares y acelerar la cicatrización. ¿Qué ocurre en nuestro organismo? Muy simple: al escuchar el ronroneo, el estímulo viaja por el circuito del hipocampo a la amígdala. Ahí la frecuencia del sonido desencadena la producción de serotonina, "la hormona de la felicidad", relacionada también con los ciclos de sueño, la libido y el buen humor.
Si un gato vibra para curarse, arrullarse y aumentar su propia comodidad, ¿por qué lo hace cuando lo acariciamos o lo sentamos en nuestro regazo? Muchos veterinarios afirman que se debe a que el gato entiende que una persona en calma y serenidad estará más atenta a lo que él necesita. Así, bajo la idea del cariño altruista de los gatos (o los perros) hay también una relación de conveniencia y superviviencia.
En general, las mascotas nos vinculan de manera distinta con el mundo y con nosotros mismos, alejan los pensamientos oscuros y reducen la ansiedad. Esto se debe principalmente al contacto físico. Particularmente los gatos tienen una suerte de imán para las caricias, es por ello que muchos terapeutas que trabajan con animales afirman que nos acercamos a ellos para encontrar una completud afectiva.

Mascotas para sanar
El sitio de Delta Society, es una asociación en Estados Unidos especializada en dar terapia con mascotas. Según manifiesta el sitio, el proceso de cuidar a otros (tocarlos, protegerlos, alimentarlos y abrazarlos) genera las mismas reacciones fisiológicas y sentimientos que ocurren al recibir cuidados. Esto querría decir que cuidar a otros nos hace sentir como si nos estuvieran cuidando. "Por eso los amos están tan seguros de que sus animales domésticos les dan muchísimo amor", concluyen los expertos de DS.
Pero eso no es todo. La Universidad de Azuba, Japón, afirma que "al jugar con sus mascotas, las personas sufren en su interior un estallido de una hormona asociada con el instinto maternal, el enamoramiento y el placer. Se trata de la oxitocina, conocida también como la "droga del amor", que disminuye el estrés, combate la depresión e influye en la construcción de la confianza entre las personas".
Ya se sabe que cuidar correctamente a una mascota genera grandes beneficios en la salud física, mental y emocional. Sacar a pasear al perro o jugar con él en el jardín nos permite ejercitar el cuerpo, socializar y cambiar de aire cuando menos una vez al día.
Al igual que como Delta Society, hay otras organizaciones, como People Animals Love, que piden a los amos que presten a sus mascotas el fin de semana para que éstas convivan con distintos grupos vulnerables, niños enfermos, gente de la tercera edad, mujeres en situación de maltrato, etc. Los resultados, sobre todo en niños, personas de la tercera edad y adultos con problemas cardiacos o trastornos alimenticios, han sido magníficos: entre otros beneficios, bajan los niveles de colesterol, se reducen los problemas cardiacos y se sana más pronto y se gana confianza en la vida. Lo sorprendente es que, en la mayoría de los casos, el simple hecho de mirar y acariciar a la mascota reduce la ansiedad, tranquiliza la respiración y reenfoca los pensamientos hacia una vía más positiva.

El animal que llevamos dentro
Hay algo en nosotros que no termina por desaparecer a pesar de tanta "civilización". Esa necesidad de contacto con la naturaleza, a ese instinto que nos habla desde lo más profundo de nuestra memoria genética. El bienestar que llegamos a sentir al cuidar una mascota, una planta, un jardín, o al salir de nuestras cuatro paredes para dar una caminata en el parque, es una forma de reconfortar al animal que fuimos durante miles de años y que ha sido domesticado por la cultura.
Ese animal que somos y que sigue reaccionando -sin ser muy consciente de ello- ante los cambios de estación, la intensidad de la luz o los niveles de humedad, necesita salir de su letargo de vez en cuando para recordar que está hecho de lo mismo que el resto de la naturaleza.
Más allá del ritmo y el orden que una mascota puede traer a nuestro día a día, más allá del lazo que establecemos con un ser vivo que depende de nosotros para vivir, me parece que también está la posibilidad de sensibilizarnos para no olvidar que todavía somos parte de la naturaleza.

Las mujeres y los gatos
Los felinos son maestros de la armonía. Según el Feng Shui mejoran con su presencia el bienestar físico y espiritual de las personas con las que viven. En solteros, esto está comprobado científicamente. Dos investigadores en comportamiento, Dennis C. Turner y Gerulf Rieger, de Suiza, realizaron algunas preguntas abiertas en una población de hombres y mujeres. Las preguntas fueron: ¿Tiene el vivir junto a un gato el mismo efecto positivo si además se vive en pareja? y ¿La influencia de un gato en el bienestar de una persona es comparable a la influencia de una pareja humana?
El resultado del test fue una gran sorpresa: solamente con un gato, una mujer es muy feliz.
Los encuestados eligieron de una extensa lista de adjetivos los que les parecían más acertados para describir situaciones e impresiones respecto de situaciones de la vida cotidiana. Estos adjetivos fueron posteriormente ordenados en 14 categorías de estado de ánimo.
Se partió de la suposición de que las mujeres tienen una relación más fuerte con los gatos que los hombres. Y aunque esa suposición quedó establecida, la sorpresa fue que las mujeres que estaban en pareja y convivían con gatos en comparación con las que no lo hacían, se sentían más seguras de sí mismas, menos atemorizadas, se desesperaban menos y se sentían fatigadas menos a menudo. O sea, lo importante para este bienestar no era su pareja sino el felino; una mujer es más feliz cuando tiene una pareja y un gato.
Este estudio podría explicar por qué el 99 % de las personas que dedican parte de su tiempo a colaborar en redes de rescatistas y proteccionismo ¡son mujeres!
De hecho, ya los egipcios los veneraban desde más o menos el año 2.900 a.C. como una deidad local en el Delta del Nilo. Y no era un dios varón, sino una diosa hembra, la gata Bastet, que defendió al dios sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades más representativas del mal.
Bastet era amén de protectora de la familia y patrona del hogar, una diosa de la felicidad, el placer, la alegría, la feminidad, la música, y la danza.
De acuerdo con Discoverynews, los gatos parecen recordar los favores y devolverlos después. El estudio precisó que son más propensos a corresponder a las necesidades de sus dueños si ellos han respondido previamente a las suyas.
Así que basta de seguir afirmando calumnias sobre los felinos. No son ni traicioneros, ni es cierto tampoco que solo se vinculan con las personas a cambio de comida.
Queda claro que si el perro es el mejor amigo del hombre, el gato es el mejor amigo de la mujer.

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